El problema con el mundo es que los estúpidos están seguros de todo y los inteligentes están llenos de dudas.

sábado, 26 de abril de 2014

Las uvas de la ira

"Vuelven a caer en mis manos los párrafos que leí hace mucho tiempo de Las uvas de la ira de John Steinbeck. ¡Tan actuales, tan sangrantes! No hace falta mucho más para entender perfectamente cómo funciona el capitalismo"


“Os tenéis que ir. Yo no tengo la culpa.» ¿Y de quién es la culpa?, le pregunté yo. Porque al culpable le abro la cabeza. Es la Compañía de tierras y ganados de Shawnee. Yo sólo cumplo órdenes, y ¿quién es esa compañía? No es nadie, es una compañía. Para volverle a uno loco. No había nadie a por quien pudieras ir. Mucha gente sencillamente se cansó de buscar a alguien a quien echar la culpa y con quien descargar su furia. Pero yo no. Yo no me harto de estar enfadado y no pienso marchar” (p. 46).

“Quizá necesite doscientos hombres, así que habla con quinientos, que se lo dirán a otra gente y cuando llega al sitio del trabajo, hay allí unos mil hombres. El jefe dice. «Pago veinte centavos por hora.» Más o menos la mitad de los hombres se marcharán. Pero aún quedan quinientos y están tan muertos de hambre que trabajan aun por unas galletas (…) ¿Lo entienden ahora? Cuanta más gente haya y más hambrienta esté, menos tendrá que pagar. Si puede, se queda con uno que tenga hijos” (p.179).

“Suponte que tú ofreces un empleo y sólo hay un tío que quiera trabajar. Tienes que pagarle lo que pida. Pero pon que haya cien hombres —dejó descansar la herramienta. Sus ojos se endurecieron y su voz se volvió más penetrante—. Supón que haya cien hombres interesados en el empleo; que tengan hijos y estén hambrientos. Que por diez miserables centavos se pueda comprar una caja de gachas para los niños. Imagínate que con cinco centavos, al menos, se pueda comprar algo para los críos. Y tienes cien hombres. Ofréceles cinco centavos y se matarán unos a otros por el trabajo” (p. 233).

“- Llega un momento en que uno se pone furioso.

Madre le interrumpió:

- Tom…, me dijiste…, me prometiste que no te habías vuelto así. Me lo prometiste.

- Ya lo sé, Madre. Lo estoy intentando. Pero esos ayudantes del sheriff… ¿Has visto uno alguna vez que no tuviera el culo gordo? Y menean el culo y muestran su revólver por ahí. Madre -dijo-, si ellos estuvieran trabajando con la ley, lo podríamos soportar. Pero no es eso. Su trabajo es minarnos la moral. Intentan que estemos encogidos, arrastrándonos como una perra apaleada. Tratan de destrozarnos. Por Dios, Madre, llega un momento en que lo único que uno puede hacer para conservar la dignidad es atizarle a un policía. Nos están comiendo la dignidad.

- Me lo prometiste, Tom -insistió Madre-. Eso que dices es lo que hizo Floyd Niño Bonito. Yo conocía a su madre. A su hijo le hicieron daño.

- Lo estoy intentando, Madre. Te juro por Dios que lo intento. Pero no querrás que me arrastre como una perra apaleada, con el vientre por el suelo, ¿verdad?

- Estoy rezando. No puedes meterte en líos, Tom. La familia se viene abajo. Tienes que portarte bien” (p. 267).

“Así que anoche el representante del banco me dijo, dice: «Usted está pagando treinta centavos por hora. Es mejor que lo reduzca a veinticinco.» Yo le dije: «Tengo buenos hombres. Merecen que les pague treinta.» Y él replicó: «No se trata de eso. El salario actual es de veinticinco centavos. Si usted paga treinta, provocará agitación. Y por cierto, ¿va usted a necesitar la cantidad acostumbrada del préstamo para la cosecha del año próximo?» -Thomas se interrumpió. Su respiración salía en jadeos entre sus labios-. ¿Entiendes? El salario es de veinticinco centavos… y tendrás que conformarte” (p. 281).

- Mira, Tom -dijo finalmente-. Vinimos aquí a trabajar. Nos dijeron que iban a ser cinco centavos. Estábamos muchísimos. Fuimos allí y nos dijeron que pagaban dos y medio. Uno solo no puede comer con eso y si tiene hijos… Así que dijimos que no. Nos echaron. Y se nos vinieron encima todos los policías del mundo” (p. 370).

- Fuente: Juan Torres López.

 

 

viernes, 18 de abril de 2014

Gabriel García Márquez

 

Adiós

Hoy jueves me he enterado de su muerte. Tenía pensado leer un poco de la novela que estoy leyendo. "Malena es un nombre de Tango", de Almudena Grandes, escritora que me encanta, de mis preferidas. Entonces he leído la noticia y me he puesto a escribir estas pocas palabras. Son un pequeño agradecimiento a un escritor del que he leído casi todo lo que ha escrito en novela.

Al leerle nunca pensé que sentiría todo lo que de el se ha escrito que se siente, pero lo que me importa es lo que yo he sentido. Yo no soy escritor, no puedo expresar en palabras lo que sentí pero me es igual, tuve esos sentimientos y son míos.

Gracias. Gabo.

 

jueves, 17 de abril de 2014

El recibo de la Luz...

En los últimos meses he recibido las facturas de la luz de este invierno. La sorpresa y el susto han ido parejos, tanto que no tuve más remedio que llamar a la compañía suministradora, creo que con las demás compañías habría sido lo mismo, para que me explicaran que habíamos hecho mal para "sufrir semejante castigo" en forma de factura. No hemos hecho nada raro, consumir con los mismos elementos eléctricos que en años anteriores. La empleada que me atendió también estaba enfadada, hasta las narices de tanta queja, vaya, y se la notaba, ella también esta " sufriendo " las mismas facturas. Me aconsejo que verificase que no tenía nada raro en mi instalación, y poco más. Me confirmo que los importes son del consumo de dos meses, pero con todo, los importes respecto al año pasado se habían incrementado más del 20%, según los cálculos que realizo, yo también los había realizado con anterioridad y coincidían más o menos.
Las últimas noticias en la prensa sobre los beneficios de las Eléctricas son ciertamente de escándalo. No contentos con ello, Iberdrola ha anunciado que si no les dejan " margen de maniobra ", se va del País.
Pienso en todas las familias con sueldos de miseria, y son mayoría ya, y que tengan que hacer frente a facturas como las mías, imposible. Están pasando frío si dependen de la electricidad para calentarse.
También leo en la prensa que nuestro ex-presidente, Felipe González se aburre en las reuniones del Consejo de Administración de Gas Natural donde, como el resto de los políticos que se quedan en el "paro", fue automáticamente "enchufado". Para redondear el resto de los emolumentos que recibe del Estado, es decir, tú y yo, cobra 125.00 € anuales.
El socialista "Isidoro"
¡ Que tiempos!
Felipe " El Aburrido"
"Felipe el Aburrido"
No es el único, hay todo un "ejército" de ex- ministros "muy aburridos", de todos los partidos y también sindicalistas, en los consejos de administración de Eléctricas, Gas, Bancos, etcétera, cobrando esas indecencias, y todo a nuestra costa. No nos olvidemos que esto sale de nuestros bolsillos, y que ellos han sabido cobrarse los favores de estas empresas a las que en su día las beneficiarion con la posibilidad de poder "abusar de todos nosotros "
Como estas señoras, hay muchas en todo este País, en los diferentes Congresos Autonómicos, esperando la salida de sus "hijos".

jueves, 10 de abril de 2014

Los niños

Hay pocas cosas en este mundo que me afecten tanto como ver fotos de niños con problemas, los que sean; con heridas por las guerras, con signos de desnutrición, con cara de pena por exclusión social, desahucios, paro, maltrato, etcétera. No verlos felices me pone enfermo. Tengo ya unos años y no acabó de acostumbrarme. Mis reacciones ante tales imágenes pueden ser consideradas como irracionales. Después pienso que no lo son, que son adecuadas. Lo irracional son las imágenes y los personajes que las causan. Sobre ellos vuelco mi odio, mi irracionalidad verbal, y me gustaría, si pudiera, mi furia física. Devolverles multiplicados los daños causados, a veces sueño con ello.

 

Es posible que algún día podamos juzgar a los causantes de estos problemas. Sabemos sus nombres y apellidos: gobierno entero, banqueros, políticos que miran al lado contrario, etcétera. Se que puede sonar a anarquismo, o a ingenuidad, pero tenemos que intentarlo. Siempre será mejor que un sueño