Hay pocas cosas en este mundo que me afecten tanto como ver fotos de niños con problemas, los que sean; con heridas por las guerras, con signos de desnutrición, con cara de pena por exclusión social, desahucios, paro, maltrato, etcétera. No verlos felices me pone enfermo. Tengo ya unos años y no acabó de acostumbrarme. Mis reacciones ante tales imágenes pueden ser consideradas como irracionales. Después pienso que no lo son, que son adecuadas. Lo irracional son las imágenes y los personajes que las causan. Sobre ellos vuelco mi odio, mi irracionalidad verbal, y me gustaría, si pudiera, mi furia física. Devolverles multiplicados los daños causados, a veces sueño con ello.
Es posible que algún día podamos juzgar a los causantes de estos problemas. Sabemos sus nombres y apellidos: gobierno entero, banqueros, políticos que miran al lado contrario, etcétera. Se que puede sonar a anarquismo, o a ingenuidad, pero tenemos que intentarlo. Siempre será mejor que un sueño
2 comentarios:
José Luis, me pasa lo mismo es que somos ciudadanos del mundo ¿Verdad?
Verdad Javier, que muchos no quieren ver. Gracias. Un abrazo
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